(Islas) Flotaba en un útero universal, dentro de un líquido amniótico donde todo era hidrógeno. Ardían más allá de la placenta las estrellas, dándose calor unas otras, más cercanas o lejanas entre sí. Movía sus piernas y daba pequeñas patadas, luchaba contra esa extraña barrera, desde la que veía el universo difuminado, y dentro de la cual soportaba su propio calor, ninguno más.
Sujetaba su cordón umbilical y trataba de averiguar su procedencia. Una isla en medio de qué. Unida con qué. ¿Cuál era la fuente de su alimento? ¿A qué se iba a aferrar?
Flotaba, pensando esto, sin saber que si algun día nacía, jamás lo iba a recordar. Jamás lo iba a olvidar. Certeza de vacío.
Nunca el terror a morir debe ser inferior al de vivir.
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