sábado, 20 de noviembre de 2010

Cuando la pupila se convirtió en memoria

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Aunque soy amante de la palabra, no soy nadie para negarlo.


El ojo recoge cada dia cientos de miles de millones de imágenes
que sería absurdo tratar de transformar en un simple número de palabras.

Figúrense entonces, si una sola palabra puede hacer teblar nuestros instintos
si una imagen puede sobrecogernos hasta marearnos


¿Qué ocurriría si expresásemos la fuerza de todas nuestras palabras, la emoción de todo lo que hemos visto, en un solo acto?

Suena como algo imposible, ¿eh?

Imposible significa nada si se trata de ciertas miradas.

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